
Las mujeres de las diferentes Nacionalidades Indígenas de la provincia de Pastaza decidieron movilizarse para defender sus territorios ubicados en la selva tropical de Ecuador ante la amenaza de explotar el petróleo que se encuentra debajo de sus casas.
En una caminata rumbo a Quito capital del Ecuador exigieron
ser recibidas por el Presidente Rafael Correa, demanda que nunca fue escuchada,
ante esta nula posibilidad decidieron acudir a la Asamblea Nacional la cual la presiden
exclusivamente mujeres y tampoco fueron recibidas.
Después de varios días en la capital finalmente fueron
escuchadas por la prensa nacional e internacional, presionados por aquello fue
recibida una comisión de las Mujeres Amazónicas en la Asamblea, pero sus
demandas jamás fueron tomadas en serio.
El día en que las empresas internacionales se prestaban a
firmar las concesiones petroleras, las mujeres nuevamente se movilizaron a
Quito para otra vez exigir ser escuchadas, pero al igual que en la Presidencia de
la República en la Secretaria de Hidrocarburos tampoco fueron escuchadas, las
puertas de ingreso estuvieron custodiadas siempre por la fuerza pública,
mientras las mujeres desde la calle exigían ser tomadas en cuenta en el debate.
En el sétimo piso del edificio se estaba jugando con el
futuro de sus hijos y el de su selva viviente.
Una vez que la reunión termino los empresarios salieron del edificio
firmando la XI Ronda Petrolera, que es para las mujeres una sentencia de muerte
para los pueblos indígenas.
Las mujeres en un acto de valentía increparon a los
empresarios y embajadores extranjeros por la violación a sus derechos que
acababan de cometer sin consultarles a los pueblos que iban a ser afectados por
la explotación petrolera como la
constitución y las leyes internacionales lo demandan.
Días después las Mujeres Amazónicas fueron llamadas a juicio
por rebelión y terrorismo, enjuiciadas por la Secretaría de Hidrocarburos, la
misma que estaba encargada de abrir espacios de dialogo con las comunidades más
no de represión.
La lucha continua en Pastaza y en Centro Sur de la Amazonia
Ecuatoriana hasta que el poder escuche las demandas de los pueblos originarios
y el de sus madres, hasta que eso pase nadie descansara, en esta lucha que
parece ser infinita.
En este día de la mujer internacional nuestro homenaje a
todas las mujeres pertenecientes a las siete nacionalidades indígenas de
Pastaza que siguen luchando por sus hijos, por sus territorios y por el futuro
del planeta.
¡Juntos por la Pachamama!
La Hormiga
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