Esta historia que viene de la India tiene el sabor de los más tradicionales cuentos orientales.
En 1979 una inundación obligó a refugiarse a una gran cantidad de
serpientes en zonas altas y las dejó varadas en un gran banco de arena.
Cuando se retiraron las aguas, el joven Jadav Payeng, que contaba con
16 años se encontró con los ofidios muertos.
Las serpientes, que sobrevivieron al agua, murieron por el calor al carecer de una sombra en la que guarecerse.
La sensibilidad de este hombre le llevó a sentarse y llorar por los animales muertos.
Se dirigió a las autoridades para
intentar que plantaran árboles allí. Recibió su negativa y le aseguraron
que ningún árbol volvería a crecer. Le aconsejaron que plantara bambú.
Nadie quería saber nada, ni nadie quería ayudarle.
Jadav Payeng en la actualidad con 47 años |
Jadav Payeng comenzó en 1979 a enterrar
semillas y trasplantar árboles de especies autóctonas en una región
arenosa y estéril situada en las orillas del río Brahmaputra (India).
Hizo de esta tarea el objeto de su vida.
Su intuición y conocimiento de la vida natural le llevó a recrear el ecosistema natural.
Su perfeccionismo, por poner un
ejemplo, le hizo llevar al lugar hormigas rojas para reforzar el
equilibrio ecológico de los suelos.
En poco tiempo el arenal se transformó
en un ecosistema en pleno desarrollo al que llegaban los animales
amenazados de la región.
Ha transformado, sin ayuda de nadie, una superficie de unas 550 hectáreas (cada hectárea tiene la superficie de un campo de futbol).
Ha transformado, sin ayuda de nadie, una superficie de unas 550 hectáreas (cada hectárea tiene la superficie de un campo de futbol).
Hoy en día el bosque es un refugio para
aves, ciervos, rinocerontes, tigres de Bengala (hay cinco y
recientemente han tenido dos cachorros), elefantes y otras especies
(algunas de ellas en peligro de extinción) que pierden su hábitat
natural por la presión del hombre en otros lugares de la región.
Más de 30 años después toda la región es un vergel y se ha transformado en un ecosistema maduro de selva.
Como dato sorprendente los funcionarios de la región se enteraron de la existencia del nuevo bosque en el año 2008.
Sin duda este hombre merece el reconocimiento internacional a su
labor, y a nuestro entender es uno de los ecologistas más importantes en
todo el mundo.
Actualmente Jadav Payeng vive en una
pequeña cabaña, en el bosque que creó, con su mujer y tres hijos. Se
gana la vida vendiendo leche de búfala.
Un héroe del mundo natural y un ejemplo a seguir.
Tomado de: http://www.medioambiente.org/
Un héroe del mundo natural y un ejemplo a seguir.
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