Carta al alcalde de Quito y concejales (Para envío y difusión)

SOBRE LA REFORMA A LA ORDENANZA 106. PARA SU INFORMACION Y CONOCIMIENTO

Autor: Bernardo Gortaire A. 

SOBRE LA REFORMA A LA ORDENANZA 106 

Ilustrísimos señores: 

La respuesta democrática a la octava pregunta de la última Consulta Popular prohibe los espectáculos que tengan como finalidad dar muerte al animal en el cantón Quito. Entiéndase bien: lo que el mandato popular prohibe es el espectáculo de muerte, no la muerte en el espectáculo. Aún si fué amagosa y mal redactada, aún si fué confusa y que se ha prestado a interpretaciones tendenciosas, la octava pregunta nació de una voluntad y con una vocación clarísima: la abolición de las corridas de toros en el Ecuador. 

Así la plantearon al presidente los grupos que se preocupan del bienestar de los animales. Así lo entendió la mayoría que votó por el SÍ en la octava pregunta y obedeciendo la voluntad del Pueblo de Quito es que el Concejo debió haber actuado. Resulta muy penoso por ustedes que han faltado el debido respeto a sus mandantes en lo que considero una burla hacia el sentir de los que ya no queremos que se atormente a los animales para beneplácito de un sector que insiste en permanecer en un error tradicional y un aporte a una práctica que lesiona los ecosistemas de páramo del Distrito Metropolitano por las siguientes razones: 

1. La presencia de bovinos -bravos o mansos- en los ecosistemas de páramos andinos es un factor de riesgo ecológico por ser los bóvidos animales introducidos, poco aptos para nutrirse de la vegetación endémica, de un peso mayor al que pueden soportar los suelos paramales y poco adaptados a las temperaturas de hasta 0º centígrados o menos que se pueden registrar sobre los 2800 msnm. Recordemos que la gran mayoría de ganaderías de bravo del Ecuador ocupan esos ecosistemas. 

2. La forma de tomar los alimentos de los bovinos es degradativa para la vegetación silvestre de los páramos. El bovino es muy selectivo en cuanto a las hierbas que más apetece y eso causa que ciertas plantas se vean más afectadas que otras. El bovino, a diferencia de la fauna endémica o de los camélidos andinos, no "poda" la vegetación sino que la "arranca". Esto suele provocar que la planta del páramo salga de raíz, con las obvias consecuencias de erosión de suelo. De la misma manera, la Naturaleza de los páramos se ve alterada con la frecuente introducción de pastos artificiales como el rye grass, pasto azul, trébol rojo, trébol blanco y otros que, si bien son beneficiosos para el ganado bovino, compiten con la flora endémica con las consecuencias conocidas para toda la cadena trófica. Dado que los bóvidos no gustan de alimentarse de gramíneas de penacho, se ha hecho común la práctica de quemas, en procura de que los brotes tiernos les sean más apetitosos a los bovinos. Las frecuentes quemas destruyen la diversidad herbácea y no permiten que el componente leñoso se desarrolle adecuadamente ni que este alcance la edad de reproducción, por lo que se destruyen los bosques de, por ejemplo, Polylepis, Yurac Chaclla, Chuquirahua, Pumamaqui y otras especies, algunas en riesgo de extinción.

3. El peso de un animal de más de 100 kilos que, además, está provisto de pezuñas afiladas, resulta en daños, principalmente en los humedales y laderas de los páramos andinos. El pisoteo es un factor que aporta a la erosión de los suelos. Ahora, esto también produce la concentración y enterrado de semillas de diferentes especies. Nótese que la capa vegetal de los páramos suele ser extremadamente densa. Ocurre que, en una primera instancia, la presencia de ganado aporta con el enterrado de semillas pero, una vez que las plántulas empiezan a crecer, el pisoteo contribuye a la destrucción de las mismas. Sería interesante un aprovechamiento de estas circunstancias procurando que la presencia de animales coincida con las épocas de caída de semillas para facilitar su enterramiento y evitarla cuando se haya conseguido ese fin.

4. Los excrementos de los bóvidos no se reabsorven adecuadamente en los páramos dadas las características de los residuos digestivos, la densidad de la materia vegetal del suelo y las bajas temperaturas. Lo que generalmente ocurre es que las plastas de estiércol se deshidratan y "momifican", consiguiendo que las plantas, que hayan quedado debajo de ellas, mueran.

5. Los bóvidos son portadores de enfermedades y parásitos que afectan la fauna nativa de los páramos y contra los cuales no tienen efectivas defensas ni cuentan con cuidados veterinarios, a diferencia del ganado. El mayor daño es causado por la Fasciola Hepática que afecta a cualquier mamífero (también a nosotros). 

6. El manejo de toros bravos implica altísimos gastos. Se me ha explicado que cada macho le cuesta al rededor de los $1000 anuales al ganadero. La ecología propone el manejo autosustentable de todo emprendimiento. Desconozco exactamente la rentabilidad de las ganaderías de bravo ecuatorianas, pero se me ha dicho que no es mucha, incluso que genera pérdidas monetarias, pero se sigue manteniendo la práctica por mera afición antes que por negocio. Siendo así, nada de ecológico tiene la crianza del toro bravo. Ver: http://www.eltiempo.com/mundo/latinoamerica/los-toros-son-amenazados-en-ecuador_8967780-4

7. El bovino es un animal que consume muchísima agua. Normalmente no se construye ningún tipo de abrevadero sino que los bovinos toman el líquido directamente de las acequias. Siendo animales gregarios y de costumbres, tienden a beber agua siempre en los mismos lugares. Esto produce que dichos sitios acostumbrados se erosionen por el pisoteo y se contaminen las aguas con materia fecal, orines y material erosionado. A mayor presencia de bovinos en la acequia, mayor contaminación de las aguas. Sin embargo, el principal daño a las fuentes de agua resulta por el pisoteo causado por el sobrepastoreo. Al perderse la capa vegetal, el terreno se erosiona y se pierde la capacidad de retención de humedad del suelo paramal. 

8. El chagra ecuatoriano siempre se hace acompañar de varios perros cuando sube a los páramos a rodear el ganado. Por lo general esos perros -a veces hasta 10 por cada vaquero- son animales mal alimentados y se les trata "como a perro". Estos animales se vuelven depredadores, sobre todo de Sylvilagus brasiliensis, Thomasomys sp, y otras especies nativas. También el perro suele ser portador de enfermedades que afectan a otros mamíferos, principalmente la rabia; puntualmente en los páramos, las enfermedades de los cánidos pueden afectar especialmente a Pseudalopex culpaeus.

9. Los métodos de crianza del toro bravo alteran el comportamiento natural del animal. (Este mismo sufrimiento lo padecen los gallos de pelea y los perros de pelea). Al separar a los machos de las hembras, por camadas, se destruye el balance lógico de la manada primigenia. La ausencia de un grupo demográfico (machos mayores de 5 años) es consecuencia de -llámemoslo así- una falta de líderes dominantes que impongan orden en la manada y que la conduzcan adecuadamente. Digamos que les hace falta el individuo "alpha" que enseñe y corrija. Lo ecológico es que los animales puedan desarrollar su comportamiento natural en un espacio adecuado para dicho desarrollo. Las costumbres de selección y crianza no permiten que el toro bravo viva con normalidad. 

Este nuevo reglamento de la ordenanza 106 ofende a los habitantes de Quito y consigue precisamente lo contrario a la propuesta de la octava pregunta que era, sin lugar a confusión, la erradicación de una costumbre anacrónica, cruel y digna del repudio de la humanidad entera como es la tauromaquia. Esta lidia a la "usanza quiteña" solo conseguiría prolongar la agonía del toro y extender su tormento aún más. Sepan, ustedes que aprobaron la reforma a la ordenanza 106, que están en desacato y que, por tal virtud, le cabe al pueblo quiteño exigir la revocatoria de sus mandatos. Sepan ustedes que están traicionando la voluntad de quienes los elegimos y a quienes están dejando de representar. 

Sepan ustedes que la Constitución de la República está por encima de la ordenanza municipal. Recomiendo revisar los Artículos 21, 35, 66, 71 y 395 de la Carta Magna. 

Las instancias legales que amparan a los ciudadanos serán requeridas en orden a hacer respetar nuestros derechos. 

Cordialmente los exhorto a deponer esta actitud pusilánime frente a una nefasta ordenanza que debió derogarse mas no reformarse 

Atentamente, Tu nombre y número de cédula.

Para enviar a las siguientes direcciones:

abarrera@quito.gov.ec, 
jalban@quito.gov.ec, 
mbohrquez@quito.gov.ec, 
ecabezas@quito.gov.ec, 
mcorral@quito.gov.ec, 
fheredia@quito.gov.ec, 
lmaldonado@quito.gov.ec, 
amoreno@quito.gov.ec, 
pponce@quito.gov.ec, 
mponce@quito.gov.ec, 
esanchezc@quito.gov.ec, 
dtrujillo@quito.gov.ec, 
pubidia@quito.gov.ec, 
mvalarezo@quito.gov.ec, 
fvillamar@quito.gov.ec, 
nwray@quito.gob.ec 



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